El Pasaporte Biológico se ha establecido como una herramienta clave en la lucha contra el dopaje por Federaciones Internacionales y Organizaciones Nacionales Antidopaje. En España, su aplicación ha llevado a las primeras sanciones administrativas a atletas de nivel nacional desde finales de 2018.
Este pasaporte consiste en una colección de datos fisiológicos del deportista, obtenidos a través del tiempo por análisis de muestras de orina y/o sangre. Utilizando un modelo matemático de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), se generan gráficas que expertos internacionales analizan para determinar si las variaciones detectadas sugieren el uso de sustancias o métodos prohibidos. Este proceso culmina con un informe que sirve de base para posibles sanciones por infracciones a las normas antidopaje.
Alberto Yelmo, nuestro abogado especializado en Derecho del Dopaje, discute en este comentario jurídico publicado por la Asociación Española de Derecho Deportivo (AEDD), las implicaciones de la falta de una regulación específica del Pasaporte Biológico dentro del marco sancionador español.
